las paredes,
tu silencio infancia de años que no abren esa puerta, herida ciega
y vuelves a la mentira
Quise arrancarte pesadilla,
amar la existencia que nos completa,
presentir la arquitectura
descubrirte
sobre el espejismo de huecos que se llenan y vacían en los ojos
el cuerpo temblando ritmo y ansiedad
de esperas
Y le hablo del eco,
columna despierta,
espina dorsal que te sostiene
Y te hablo de mirar,
de entrar en el centro
espacio único,
latiendo sangre, olvido
un lugar para ser
no acabar nunca
entre los hilos del suspenso
Tu obra se inicia
----Silencio----
la tinta,
el aire,
el cuadro,
las luces,
el relámpago
morder la falta de ese beso
deseo tormenta que respira
Vos, creación… me dejas entre escombros
Solo vos
tiempo que nace, cae y siente
sangre inquieta que hierve, empuja
limpia, roja pura y primitiva
Me dejaste lluvia y me encontraste silencios de labios
Tarde
Vos, me prendiste libre locura interminable
Tu cuerpo, tu aliento
La magia que te aleja consumiendo recuerdos,
Tu existencia
de león y águila,
espalda que se levanta
hacia el centro
de todos los centros
El único contorno de la curva
el último aliento
Hoy, secreto
hoy, final
Me dejaste lluvia
Me rompiste, viento
II
Y esta lluvia moja
Y esta ausencia duele
Y este final no existe
(obra incompleta)
III
Separa el mundo
y es temporal,
reflejo de abismos devorando espacios
no tener nada y aun así estar completo
un instante para llenar otro hueco
Pared impenetrable de cemento, de murmullos
Esas voces que te dictan… más pared, más silencio
Se agranda la grieta, humeda gotera.
Tu vida al inicio, tu tragedia
Aquel cuarto que te espía,
secretos de cenizas
la voz, relatando
V
Comienza otra vez...
Hoy, el filo de tus uñas
la veracidad de mi acierto
le hablo a sus hombros y me responde...
suelto y real
VI
Aléjate
de ellos
que te dieron vida
Para encerrarte infiernos
para callarte siempre
VII
Psicología del pasado estigma,
esgrima cortante
Danza despierta
Te encontrarás otra, noche, luna, bajo el mismo techo,
en la guarida de escombros que ocultan
los ojos inseguros, el temor
La verdad.
Y ese camino, duele
el peso de sus ladrillos
Y ese techo llueve tu cuarto de ausencia y abandono
VIII
Me dejaste lluvia
los ojos rendidos
y duele
despedirse
IX
Para encontrarse una vez más
con los ojos rotos