..cada cuerpo busca su propia consonancia, cada célula de cada ciudad espía lo que le falta. El ruido es el mismo en todas las calles, entonces no tiene sentido quedarse esperando que todo desaparezca, entonces no tiene sentido salir corriendo hacia ningún lugar
de nada sirve quedarme, no puedo cambiar el piso donde me levanto, no puedo demostrarte, cuánto camino falta, no se cómo salir... y donde me pierdo ya no hay laberinto de ojos que pueda guiñarme la esquina correcta donde doblar, sin brújula que descubra mi asombro, sin cable para tirar, recordame cuánto falta para que salga el sol y cuántos kilos de lunas se necesitan para descansar
Ayer a las 13:08
miércoles, 6 de abril de 2011
Un caracol en mi ventana. Los días de lluvia cumplen algunos deseos, transitar lentamente el camino despierto que los ojos descubren, detrás de las gotas que los parpados sostienen... y se empañan los vidrios, la lluvia moja mis pies, el caracol se pega al cristal, respiro y siento el aroma de la tierra húmeda y es tan simple el momento que se llena de ese instante...
cuanto más lejos más cerca y próximo el sentido de la distancia
La alquimia va evaporando por dentro el cerebro enredado de mosaicos en blanco y ninguna palabra.
Hay manera de salir en silencio sin despertar los caballos...
Sobre la cristalización en puntos suspensivos... respirar menta y quebrar el cielo en dos, cada gota es lluvia y se desprende de sí la lentitud de flotar sobre ningún espacio y querer más de todo
La vida en un instante todo puede pasar en un instante
-listo! creo que lo he dicho todo... -no, no, no... siempre queda algo más para decir -Exacto, me lo hiciste recordar... me faltó decir Adiós! -Tan rápido te vas? -Es que ya no queda más que decir... -Entonces hasta siempre!