miércoles, 10 de febrero de 2010

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Mientras me alejo

veo las formas

Ya no son etéreas,
la distancia trasluce
la mañana lluviosa detrás de las cortinas,
la cama vacía empaña el cristal
de los ojos que silencian
la habitación en sepia
la espera
No escucho la reja abriéndose
ni tus pasos
ni el ruido de las llaves sobre la mesa
no está la tarde
mostrándome
tu piel en otras texturas,
no está el aliento
la ventana que abríamos para ver la noche
respirar
conjugar el tiempo

no está tu boca
ni el sabor de habitar nuestra casa
y sin techo
se disgrega el recuerdo de lo que fuimos.


3 comentarios:

preGho dijo...

hola, gracias x tu comentario...

un abrazo.

Diego D la Plaza dijo...

Lu, se pueden acomodar algunas palabras (custión rítmica y estética de mis gustos)y aun así estarás expresándo, manteniendo la palabra y el sentido en tu voz. Cuando te leo, te escucho, imagino cómo sonarán las palabras en tus labios.

Un pacer poder sorprenderme y encandilarme con su poesía.

Lucila Flores dijo...

Gracias, todo se puede acomodar.
Seguramente.

Un beso!