viernes, 15 de octubre de 2010

Conocer… la distancia justa y necesaria para luego acercarse


Uno se descubre, entre matices nuevos y sombras de otro tiempo. La luz es de media tarde y la piel húmeda brilla en tus hombros. Estoy a dos pasos sintiendo tu respiración, estas sentado, mirando hacia abajo, gotas caen de tu frente.

Hay un instante donde todo se detiene y un abrigo que se me cae de la silla.

Podría ser más simple si aprendiese a mirar. Presentir, cuando saber despedirse.

2 comentarios:

damián dijo...

Qué hermoso texto, Lucila! Se ve toda la situación, tiene vibración, intensidad. Y "me gusta mirar los ojos que me despiertan", te pido por favor, prestame esta frase!
únicamente le sacaría la anteúltima línea. Fijáte cómo queda sin esa línea: mucho más intenso, menos retórico.
Un beso

Unknown dijo...

Madera de novelista.